domingo, 20 de enero de 2013

Metodología de trabajo

El trabajo en las comunidades de aprendizaje se desarrolla mediante grupos interactivos, pero para  que el proyecto funcione y la escuela se convierta totalmente en una CdA también son necesarios el voluntariado, la participación y las actividades de formación.
 
Si defendemos una escuela inclusiva en la que ningún niño sea excluido, ante las dificultades que estos alumnos planteen no podemos adoptar como solución sacarlo del aula ordinaria para darle un apoyo individual. Esta vía no haría más que confirmar su dificultad y perpetuarla, por tanto, aunque sea con la mejor intención, estas prácticas no dan resultados integradores que garanticen la igualdad de oportunidades. Lo que tenemos que hacer entrar todos los recursos necesarios en el aula para atenderlo.
En esta línea surge la metodología de los grupos interactivos, más eficaces que el trabajo en grupos cooperativos ya que permiten diversificar los aprendizajes, implicación, motivación y dar un apoyo más personalizado donde se garantice el aprendizaje de todos, sea cual sea su ritmo.


• Los grupos interactivos
Los grupos interactivos, que son una forma flexible de organizar el trabajo educativo en el aula. La finalidad de éstos es intensificar el aprendizaje mediante interacciones que se establecen entre todos los participantes (alumnos/as, profesorado, voluntariado, etc). Con esta metodología se consigue favorecer la interacción entre iguales y promover el trabajo en equipo ya que el fin principal es el de llegar a un objetivo común a partir de las aportaciones de cada uno de los miembros que forman el grupo.


El principio básico es intercambiar conocimientos mediante las interacciones que se dan tanto entre el alumnado, así como entre el alumnado y las personas adultas que se encuentran en el aula. Este intercambio de conocimientos no sigue una secuenciación rígida o establecida sino que lo establece el propio alumno a través de su experiencia.


A nivel práctico, esta metodología de aula consiste en agrupamientos de entre cuatro y seis niños (sin embargo, el número dependerá de la cifra de alumnos por aula y los tutores de grupo disponibles). Se divide el tiempo total de la sesión entre el número de grupos y cada grupo se dedica a una actividad. La composición de los miembros del grupo es totalmente flexible y puede ir variando según el día, las asignaturas, pero es recomendable crear grupos heterogéneos (en género, capacidades, ....) para multiplicar las ventajas de esta metodología.
En cada grupo interactivo hay una persona (tutor / a) que dirige y dinamiza una actividad concreta. Esta actividad, a pesar de ser independiente, debe estar relacionada con las demás actividades desarrolladas por el resto de grupos.
El papel del maestro del aula es el de coordinación y coherencia de la enseñanza que se está realizando en cada grupo y los voluntarios son los que adquieren los roles de tutores de cada uno de los grupos (la forma ideal sería tener un voluntario por cada uno de los grupos).
Cuando ha pasado el tiempo destinado para realizar la actividad los grupos van rotando y van pasando por las diferentes actividades con su tutor, de este modo, en pequeños grupos atendidos por una persona que los dirige, coordina y hace de hilo conductor y apoyo en todas las actividades, los niños y niñas pueden aprender al ritmo de sus capacidades, ayudándose entre ellos, a través del diálogo, con el adulto y el resto de compañeros.

 
El tema que se trabaja es único pero en cada grupo se trabajará con actividades diferentes. Es conveniente que los grupos no sigan un orden secuencial de ejecución, ya que el alumnado comenzará al mismo tiempo en todos los grupos y, de esta manera, se evitan las clasificaciones o competiciones entre los alumnos. Esto no significa que haya diferentes niveles de dificultad en cada grupo pero es importante que cada miembro vaya al ritmo de sus capacidades.


El aprendizaje a través de grupos interactivos se apoya en las teorías de aprendizaje dialógico y son posibles gracias a la colaboración del voluntariado y a la importancia de la participación y las actividades de formación. Por su relevancia dedicaremos un lugar en este trabajo por ser pilares fundamentales en que sustenta la metodología explicada y el funcionamiento de las comunidades de aprendizaje.


Video: Práctica grupos interactivos.


 
  • El voluntariado
La escuela sola no puede atender toda la diversidad que hay en el aula y es por ello que se abre a familiares y colaboradores que pretende apoyo y ayuda en su proyecto común con la escuela: la educación de los niños y niñas.
Bajo la perspectiva de este proyecto se entiende que la educación no empieza ni termina en el centro educativo sino que un alumno puede aprender de todos y todas dentro y fuera del aula.
De ahí surge la reflexión en torno al voluntariado, por ello las puertas de la escuela deben abrirse para que quien quiera pueda ayudar y enriquecer el trabajo de los maestros y para colaborar con los proyectos que los profesores solos no serían capaces de atender.
 

Los voluntarios pueden provenir de cualquier ámbito: madres y padres de la escuela, federaciones u organizaciones próximas o de interés por centros, amigos de los miembros de la comunidad, universitarios, antiguos alumnos, maestros jubilados, asociaciones de vecinos, … Estos deben comprometerse a la gratuidad y la periodicidad y a su vez, el centro les debe garantizar la integración como elementos activos de la comunidad y como parte del funcionamiento del centro, además de una formación adecuada para prestar esta ayuda a la escuela.
En cuanto a las tareas de estos voluntarios podemos definir cuatro campos de actuación aunque cada escuela puede adaptar la ayuda de los voluntarios en su organización y necesidades:
- Atención individual a un niño o niña.
- Atención grupal a niños y niñas que presenten la misma necesidad.
- Desarrollo de un proyecto bajo la dirección de un experto o profesional.
- Refuerzo en la organización del centro.
A través de la ayuda de estas personas se pueden poner en práctica la metodología de grupos interactivos, la cual no sería posibles si fuera el maestro en solitario el que se hiciera cargo del grupo.


• La participación
 
"Uno de los elementos fundamentales de las Comunidades de Aprendizaje es la participación de toda la comunidad educativa: familiares, profesorado, voluntarios, etc. Las personas trabajan en plano de igualdad con un objetivo compartido: el aprendizaje de los niños y niñas para no estar socialmente excluidos en la sociedad de la información ". (Flecha. R)
La participación de la comunidad es un eje fundamental que caracteriza y aporta el sentido a este proyecto con esta particular forma de organización. Sin esta ayuda solidaria que prestan los voluntarios sería imposible sacar adelante este proyecto.


• Las actividades de formación
Bajo la perspectiva del aprendizaje dialógico no tiene sentido formar sólo al profesorado, sino que es necesaria una formación de todas las personas que interactúan con los niños y niñas.
 
Del mismo modo, las Comunidades de Aprendizaje no responden sólo a las demandas formativas de los niños, sino también a las de toda la comunidad, procurando atender también a las necesidades educativas de todos y todas.En el proyecto la escuela no es un espacio reservado sólo a los niños y niñas sino que se convierte en un lugar donde todo el mundo aprende. De esta manera se transforma el concepto de escuela convirtiéndose como herramienta educativa para toda la comunidad que quiera aprender.

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